Llamado ampersand en inglés o et en español, el signo & es recurrente en el ámbito de la publicidad, sobre todo en logotipos y nombres comerciales. Cabe preguntarse, no obstante, por qué apenas se utiliza en nuestro idioma, y tal pregunta se puede responder aludiendo a cuestiones meramente prácticas o de espacio. Porque, además, su formación parte de la abreviatura de la conjunción latina et ‘y’ —aún admitida en elDiccionario de la Lengua Española, aunque en desuso—.

¿Dónde encontramos su origen?

Como se mencionaba unas líneas atrás, el signo no es más que una abreviatura de la conjunción et, que por cuestiones de grafía ha evolucionado al signo actual. Como se puede ver en la imagen de abajo, en un principio sí se diferenciaban las dos letras, aunque apenas hoy se aprecien.

También es posible que una de las primeras apariciones de esta abreviatura apareciera en las paredes de un muro en Pompeya, por lo que el origen parece estar ya en los manuscritos latinos, y a partir de ahí es probable que se extendiera su uso.

¿Cómo se pronuncia?

Tal y como explica la Real Academia, dicho signo debe leerse como y, y no como andet. No obstante, más allá del ámbito de la publicidad, donde sí hay marcas comerciales que recurren a tal símbolo, en español carece de sentido utilizar la abreviatura de et o de y, puesto que, al tratarse de palabras formadas por dos letras, es imposible acortarlas aún más. En inglés tiene sentido, puesto que se abrevia la palabra and, pero en castellano resulta poco práctico —e imposible, dicho sea de paso— abreviar esta conjunción copulativa. Tal y como aparece en la Ortografía de la lengua española (2010), «las abreviaturas no pueden aparecer en cualquier punto de un texto en lugar de la palabra que reemplazan. Su uso suele limitarse a contextos muy determinados, como listas, fórmulas de tratamiento, saludo o despedida, y referencias o indicaciones escuetas de muy diversa índole» (p. 569).

¿Por qué es desaconsejable utilizarlo fuera de los nombres comerciales?

En español, así como en inglés y en el resto de lenguas, se desaconseja el uso de este signo en texto corrido ya que se trata de la abreviatura de una conjunción —no ocurre lo mismo, por ejemplo, con la abreviatura de etcétera, puesto que esta no es una conjunción—. Además, se encuentra dentro de la lista de signos no alfabetizables del Diccionario panhispánico de dudas, al igual que la arroba «@» o el signo del euro «€».

En definitiva, su uso en español no es muy común puesto que no resulta necesario abreviar la conjunción y, como sí ocurre en inglés con la conjunción and. No obstante, aunque se desaconseja su uso en texto corrido, su uso en logotipos o marcas comerciales no se considera desaconsejable.

Referencias bibliográficas:

Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española, Diccionario panhispánico de dudas. Madrid: Santillana, 2005.

Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española, Nueva gramática de la lengua española. Morfología y sintaxis. Madrid: Espasa, 2009. 

Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española, Ortografía de la lengua española. Madrid: Espasa, 2010.